Dieta recomendada para loros en cautiverio:
Todo debe administrarse crudo y lavado.
Recibimos este paciente, loro hablador (Amazonas aestiva) presentando convulsiones, muy deprimido, y cierta rigidez en sus patas. La dieta habitual de este loro era inadecuada. Durante una de las convulsiones el ave se fracturó un ala.
Recibimos en consulta este ejemplar de Agapornis (especie de loro de origen africano), el cual posterior a un trauma presentó una deformación en su cuerpo.
Toribio es un Loro hablador de 10 meses. En un accidente doméstico se lesionó la base del pico, lo que le impide cerrarlo correctamente. 
Cuando se trabaja con especies no convencionales, gran parte de los problemas de salud con los que debemos tratar se deben a un mal manejo relacionado con ambientes inadecuados y deficiencias dietéticas severas.
En el caso de las aves, y en especial los psitáidos (loros, catitas, cocotillas, etc.), existe una marcada tendencia a la preferencia de dietas desbalanceadas, siendo las semillas de girasol las que suelen elegir por sobre cualquier cosa, llegando en algunos casos a establecer una monodieta basada exclusivamente en el consumo de esta oleaginosa. Muchos propietarios no lo saben, pero las dietas a base de girasol predisponen a severas lesiones hepáticas, obesidad y diversas hipovitaminosis, que tendrán numerosas manifestaciones que pueden incluir –sólo por mencionar algunas- un plumaje deslucido, sobrecrecimiento del pico, somnoliencia, vómitos y diarrea, y una disminución en las defensas que predispone a la aparición de otras enfermedades. Estos problemas no se limitan a las semillas de girasol, también se presentan en los loros y cotorrasque por error o ignorancia comparten la misma dieta que sus propietarios.
La Psitacosis o Clamidiosis aviar es una enfermedad infecciosa zoonótica producida por la bacteria Chlamydophila psittaci, siendo más comunes las infecciones en especies psitácidas (loros, cotorras, cacatúas, guacamayos, etc) y columbiformes (palomas, torcazas), aunque son susceptibles la mayoría de las especies de aves.
Las manifestaciones clínicas son variables, comprendiendo desde estados de portador asintomático (sin signos clínicos, pero capaces de trasmitir la enfermedad) hasta infecciones graves con alta mortalidad. Es común observar depresión, anorexia, plumas erizadas; puede haber signos respiratorios cursando con secreción nasal, dificultad respiratoria, generalmente acompañada de secreción ocular, signos digestivos (diarreas) y/o neurológicos (temblores, parálisis,etc).
