14 Oct Consejos para introducir cambios en la dieta de las aves
Cuando se trabaja con especies no convencionales, gran parte de los problemas de salud con los que debemos tratar se deben a un mal manejo relacionado con ambientes inadecuados y deficiencias dietéticas severas.
En el caso de las aves, y en especial los psitáidos (loros, catitas, cocotillas, etc.), existe una marcada tendencia a la preferencia de dietas desbalanceadas, siendo las semillas de girasol las que suelen elegir por sobre cualquier cosa, llegando en algunos casos a establecer una monodieta basada exclusivamente en el consumo de esta oleaginosa. Muchos propietarios no lo saben, pero las dietas a base de girasol predisponen a severas lesiones hepáticas, obesidad y diversas hipovitaminosis, que tendrán numerosas manifestaciones que pueden incluir –sólo por mencionar algunas- un plumaje deslucido, sobrecrecimiento del pico, somnoliencia, vómitos y diarrea, y una disminución en las defensas que predispone a la aparición de otras enfermedades. Estos problemas no se limitan a las semillas de girasol, también se presentan en los loros y cotorrasque por error o ignorancia comparten la misma dieta que sus propietarios.
A continuación les enumeramos algunos trucos para invitar a las aves a incorporar nuevas opciones a su dieta. Recuerden siempre consultar con su veterinario especialista de cabecera cuál es la dieta más adecuada para la especie que mantienen, los cambios de dieta estacionales, la necesidad de suplementos vitamínico-minerales, etc.
- Ofrecer los nuevos alimentos como primera y única opción por la mañana, cuando el apetito es mayor por el ayuno nocturno.
- Mezclar los nuevos componentes de la dieta con la dieta habitual. También pueden hacerse purés de frutas en los que introducir las semillas habituales.
- Permitir que el ave observe a los propietarios (y a otras aves si las hubiera) ingerir los alimentos que se desea introducir.
- Si se trata de un ave habituada al contacto humano o apegada a alguna persona, ofrecer el alimento nuevo con la mano.
- Cuando se trate de semillas, embeberlas en jugo exprimido de mandarina o naranja puede tornarlas más atractivas.
- Cuando se trate de frutas y verduras, ofrecerlas en distintas presentaciones (enteras, en rodajas, en bastones, en cubos, hechas puré…). Invitar a la manipulación y la exploración de los alimentos nuevos significará que en algún momento el ave los probará. Independientemente de que las acepten o no, esto es algo que siempre debería hacerse, en especial en el caso de los psitácidos, que necesitan un ambiente estimulante para evitar problemas de conducta.
- Ofrecer únicamente el alimento nuevo. En estos casos, la aparición de debilidad o pérdida de peso (al introducir cambios en la dieta sería ideal realizar chequeos de peso periódicos) nos obligan a volver a la rutina alimentaria de siempre en forma pasajera, para reintentar más adelante, con el ave recuperada.
Como en cualquier especie, una nutrición adecuada es la base para un estado de salud óptimo. Si elegimos compartir a diario nuestra vida con un ave, es nuestra entera responsabilidad proveerla de todo lo que necesite para estar bien física y conductualmente.